Ya está por sonar el silbato del comienzo del Mundial y nosotros estamos todos más que ilusionados con un buen desempeño, que los chicos jueguen bien y puedan lucirse. Después viene el asunto de que pueden ganar o perder … y algunas veces empatar. Ya están los 23 que saltarán al campo de juego este sábado 9 de septiembre en el Velodrome y desde Fanáticos «casi» la pegamos con los 15 titulares. Y hay que decir que no me «pasaron» los datos desde el staff.
Vamos, queda nada. Lo transmiten ESPN, Star+ y la Televisión Pública, pero si querés escucharlo por streaming, subite al canal de YouTube de La Pluma del Ruck y desde tu compu, tableta o celular conectado a internet, podés seguir el partido en vivo, comentarios desde el estadio y los relatos de siempre.
Cheika pone lo que el cree es el mejor equipo para desactivar el «sistema» inglés. Pasa que Inglaterra aparece como con demasiados problemas y Los Pumas son banca, cosa que en la realidad no es tan así. Argentina, en realidad, es una incógnita y, aunque sabemos potencialmente lo que puede hacer, hay movimientos que no vimos todavía. El staff argentino decidió dejar afuera al Cubo Cubelli y poner en la cancha a Bertranou y en el banco Bazán Vélez. Tiene sentido, porque, aunque es innegable la calidad del ex BAC, tiene sólo un partido. También se queda afuera Sánchez, y también tiene lógica: su buen partido contra España es, espero y deseo, el camino de retorno a su nivel, que había perdido. Lo que sí está claro es qué partido se espera contra La Rosa, que provoca un 6-2 en el banco.
Interesante la inclusión de Petti y Rubiolo. Cheika apuesta a que el partido puede tener un trajín muy duro, y que Kremer no pasará a la línea de 2. Bruni, el único octavo va como único tercera línea, aunque ahí hay una trampita, Petti podría ser tercera línea. Para los backs, con un 9 y un 13 o 14 (Bazán Vélez y Moroni) cualquier otro cambio podría ser un enroque de posiciones.
Los 15 ya están (ver foto de la presentación) y los 8 también. Sólo queda el Captain’s Run y apretar los puños, abrir los ojos y dejarnos llevar por la emoción y el placer de ser parte de una nueva copa del mundo de rugby.
Para los que reniegan de Los Pumas actuales, vale decir que es cierto que hace años, el rugby internacional era amateur, pero era imposible evitar la evolución hacia el profesionalismo, con todo lo bueno y todo lo malo que eso podría tener, pero no quedan dudas que estos 33 son parte de ese mundo de rugby argentino que les enseñó, los crió, les dio herramientas y ellos, con su talento, pudieron ponerse la celeste y blanca en nombre de todos nosotros y, como todos los demás, salieron de las mismas canchas con poco pasto a veces, pero llenas de energía y pasión.
Ya lo dio el Mosca, que no estaba contento con la realidad que aparecía a la vista, cuando señalaba la posibilidad de que nada podría detener a un equipo para lastimar a un oponente destacado. Pero se equivocó, por suerte, y eso no pasa porque las reglas actuales, como todas las cosas de la historia, han cambiado y permiten que el juego sea relativamente seguro (y habrá que hacer más) aunque no debemos olvidarnos de que amamos un juego rudo y áspero, porque en definitiva, el viejo «harpastum» (juego de la pelota pequeña) trata de eso, de pasar la pelota, de exponer el cuerpo y de darse todo por el equipo.
Y entonces, estoy seguro, el Mosca estará contento, sentado en alguna nube, ladeando su sonrisa socarrona y medio mordiéndose el labio, mientras se mira todos los partidos desde el cielo.
Marcelo Mariosa