A minutos de iniciar la copa del mundo de rugby Francia 2023, quizá sea bueno repasar las viejas enseñanzas que el deporte en general nos debería dejar, pero, con el advenimiento de las posibilidades de opinar masivamente, muchos que tropiezan con las emociones que se enfrentan a las expectativas desmedidas suelen generar una atmósfera triunfalista o derrotista que llevan a enfrentamiento que a mi modo de ver son estériles.
Hablemos de fracaso ahora, antes de que empiece la competencia. ¿Van los mejores jugadores a Francia? Bueno, acá hay que pararse a entender que podemos disentir con el Staff del equipo argentino y que, salvo honrosas excepciones, están los mejores que tenemos. Por supuesto que el cristal con que se toma la decisión es el propio staff pero, es muy probable, que podamos no estar de acuerdo y que sintamos, por gusto, afinidad, creencia o leal saber y entender que Tal o Cuál deberían haber estado en ese escaso listado de 33, siempre sabiendo que hay muchas cosas a tener en cuenta, como lesiones o suspensiones, y que se requiere de tener, por un lado, los sustitutos que los entrenadores consideran adecuado y al mismo tiempo que estén los que hacen que el grupo sea muy unido, ingrediente infaltable a la hora de tener un verdadero equipo, más allá de los resultados a obtener.
La Real Academia Española de la Lengua Castellana (R.A.E.) con quién me desunen muchas de las decisiones que toman sobre el uso de un idioma tan vasto que no debe ser bastardeado por los propios cultores, indica que fracaso que un evento o suceso “lastimoso, inopinado y funesto” y también como algo que “sucede sin haber pensado en ello o sin esperarlo”. Interesante, pero al mismo tiempo corto, porque la definición no incluye todo eso que pasa por la sangre de los que pontifican, alientan, sufren o se victimizan con el fracaso o con, como yo diría como un argentinismo, no lograr la meta deseada, aunque sea improbable de conseguirla.
No hay fracaso en el deporte. Descender de categoría, por ejemplo, es la suma de los puntos obtenidos que te dejó por debajo del anteúltimo, si fuera el caso, como parte de los resultados deportivos. Porque nadie debe olvidar que hablamos de un juego. Muchos “opinólogos” se suben a la desconsiderada palabra fracaso para señalar a los malos resultados de una epopeya, en el caso que hablamos nosotros, deportiva. Pasa que la palabra misma tiene connotaciones trágicas, de sentimiento de destrucción interna, pero no es así.
El fracaso, es decir, lo que la mayoría llama “fracaso” es no lograr lo que ansiamos, pero al mismo tiempo es el mejor maestro de la resiliencia, la mejor oportunidad para entender y mejorar, de sentar un precedente del que no se debería bajar, pero, una vez más, entendamos el concepto del deporte, donde hay triunfadores, perdedores y eso es fruto de la contienda. Un mal juego, malas decisiones de los jugadores, errores tácticos del staff, todo está en juego cuando del otro lado hay fuerzas similares. Ganar es lindo, pero no es todo, porque gana uno sólo.
Los Pumas llegan al Mundial de Francia con las cartas en sus manos, y sin que sus adversarios puedan verlas. Claro, será de Cheika y sus muchachos mostrar algunas cosas que no hayan mostrado antes, asegurar la funcionalidad, la inteligencia en el juego y la toma de decisiones sobre el campo de juego lo que los llevará a tener mayor o menor éxito en los resultados, entendiendo que, en el rugby, la cabeza es la herramienta decisoria en la mayoría de los partidos.
¿Qué esperamos todos? Bueno, entiendo que esperamos que a Los Pumas les vaya lo mejor posible y que ojalá puedan igualar o mejorar la gesta de Francia 2007, logrando, en aquel momento, un maravilloso tercer puesto, por debajo de Inglaterra y Sudáfrica, vencedor de Argentina en semifinales y de Inglaterra en la final. Pero es un juego. Esperamos lo mejor del equipo nacional pero los viejos maestros del rugby nos hablarían de apoyo, de compromiso, de lealtad y de mesura, todas acciones que hoy cuestan demasiado.
No hay fracaso en el rugby, sino la posibilidad de ser mejores porque, como dicen los mejores deportistas de la historia, ellos han perdido mucho más de lo que han ganado. Mucho más.
Alentar a Los Pumas es la misión. Estar juntos es el mandato. Sostener el resultado que se logre es lo que corresponde.
Vamos, junto a nuestros muchachos, detrás de un sueño deportivo. Y nada puede parar ese deseo. Pero si no se logra, no pasa nada. Empezaremos de nuevo y seremos mejores.
Y disfrutemos del Viejo Juego en este período de casi dos meses, que no se da tan seguido que tengamos todo ese rugby para nosotros solos … es decir, para lo que amamos el juego.
Marcelo Mariosa
El rugby es un juego. Los juegos se juegan para ganarlos o perderlos con una rar posibilidad màs, q es empatarlo. LOS Q LO TRANSFORMAN EN UN EXITO O UN FRACASO, SON LOS Q LUCRAN CON ESE JUEGO.
Agrego de mi pura cosecha, q NO estoy enteramente de acuerdo q el èxito o el fracaso, dependan de la resilencia de cada persona o grupo. No recuerdo ver un perdedor, saltar de alegrìa ni a un ganador llorar x la tristeza de haber ganado.
Otro aspecto del comentario, es guardar o mostrar todo en los encuentros previos a la contienda. Ejemplos para mi concluyentes. Namibia, Chile, Uruguay, por ej… No estàn en posiciòn de guardase nada, para sorprender en el mundial. En la otra punta y no afirmo q resulte conciente, los All Blacks es probable se hayan guardado algo en el ùltimo partido con Sudàfrica. Temor a lesiones, no mostrar su estratègia por las cercanìas al mundial y su debut con el anfitriòn. NO LEI NI ESCUCHE NINGÙN ANALISTA, HACER REFERNCIA A ESTA POSIBILIDAD.
Q resulte lo q salga, mi seleccionado es el Argentino y espero nos acompañe la fortuna q siempre està presente y NO SIEMPRE depende de nuestros jugadores y cuerpo tècnico.