
De alguna manera es innegable que, todavía, Los Pumas necesitan superar una parte de su juego que no es pasarse la pelota y cargar una patada, porque el problema está dentro de sus cabezas. Ya nadie puede dudar de las capacidades del equipo argentino y podemos discutir por horas si Tal o Cual son titulares o no para nosotros. Cheika aún está en el proceso de interpretación de los temperamentos y, a la misma velocidad que debe traspasar sus conocimientos de comportamiento de grupo, debe lidiar con esos altibajos que Los Pumas ofrecen de manera histórica.
Alguno podría decir que el equipo está estancado, o algo similar. Pero yo creo que aún nos resulta difícil ser los protagonistas de la historia y nos sale mejor ir de punto y dar un zarpazo sorpresivo y mortal. Pero nos ha sucedido a lo largo de la historia que fantásticas victorias no se han podido mantener y seguimos esperando ese «dos al hilo» que tanto nos cuesta. El rugby es un juego que requiere de todo lo que tenés, cuerpo y mente, más que ningún otro deporte en equipo. Y eso es porque no hay ni tiempo ni espacio para «refugiarse» o calmar el ímpetu del rival «durmiendo» la pelota. En un equipo, entonces, empiezan a salir algunas cosas del comportamiento social deportivo del conjunto con todas sus variables dentro.
Gales en el Principality no era más que Los Pumas ni en los papeles ni en el campo. Del lado argentino, luego de unos minutos de dominación e intenciones, el equipo empezó a desdibujarse. La mente juega y acá hay que empezar a suponer cosas psicológicas de equipo que sería injusto manifestar estando afuera de la concentración. Sin embargo es obvio. No por nada los otros equipos del Hemisferio Sur han tenido performances bajas, incluidos los All Blacks que batallaron duramente con un Escocia que salió a pelear con sus condiciones y se mantuvo en partido hasta casi el final. Algo que va más allá de Los Pumas está ocurriendo y yo lo atribuiría al cansancio mental de un continuado de partidos que no tiene fin.
Luego de un 6 a 0 producto de dos penales de Boffelli, Los Pumas fueron perdiendo identidad y energía de conjunto, a pesar de conseguir la pelota y de llegar hasta la zona defensiva propia escocesa, desde donde se volvieron a «casa» sin marcar puntos. Como uno de los detalles salientes queda que en ese momento de alto stress competitivo, los jugadores dejan de movilizarse dentro de los cánones entrenados y se «aislan» o cometen errores ya sea por la presión, por la falta de precisión o errores propios.
Quizá la señal más álgida se de por uno de los tries obtenido por los dragones, cuando su número 9 Williams cargó una patada propia desde su campo, que fue tomada sin problemas por Juanchi Mallía para un despeje, que elaboró un kick de tan mala calidad que golpeó en la cadera del medioscrum galés en su salto defensivo, y de tal manera que la pelota retrocedió 24 metros para ingresar al in goal y generar un try de extremadamente fácil factura. La historia de ese try la cuento entera porque nadie duda de las condiciones de Mallía y de que será el 15 en Francia, pero una acción como esa fue determinante en los números del juego.
Del lado de Los Pumas no había mucho que conseguir. Una vez más era el equipo oponente el que desafiaba a los argentinos y la defensa, no tan consistente como en la semana anterior, sufría los embates de Faletau y compañía. Pero Gales no era ni es más que Los Pumas y tampoco podía conseguir diferencias, sino tomar los regalos que los argentinos le obsequiaron gentilmente. Sin dudas la llave del próximo encuentro estará en la concentración y el deseo puesto al servicio del equipo que Los Pumas puedan poner sobre el campo de juego.
Un detalle saliente que afectó a ambas partes fue el estado del campo de juego, que provocó patinadas y caídas no previstas a ambos equipos. Hubo una jugada de try a favor de Los Pumas en un ataque frontal debajo de los palos, un ruck sobre la derecha que juega Bertranou hacia la entrada de Matera en posición de try y el capitán argentino tropezó medio metro antes de tomar contacto con la pelota lo que hizo que el pase del medioscrum golpeara su pecho, mientras Pablo ya estaba de rodillas, lo que generó un scrum en defensa para los galeses.
El partido se iba yendo lentamente y se veía que Los Pumas no tenían ni la claridad mental ni la energía para dar vuelta el resultado, mientras que del otro lado los de rojo hacían sus mejores esfuerzos, sin mucho más que eso. Sobre el final, un try de maul de Los Pumas decoró un resultado pobre para un partido sin peso de parte de los argentinos. ¿Cómo dar vuelta la página y poder crecer a un año del mundial? Recetas hay varias y seguramente Cheika tendrá la suya, pero no hay que desesperar, ya que siguen las pruebas y no hay que perder el foco, mientras puede pasar que mal de varios sea un consuelo razonable, cuestionando el viejo dicho que dice lo contrario.
Escocia viene de darle batalla a los neozelandeses, por lo que se espera un duro partido en Murrayfield, aun con la salida de Watson y Sutherland, más la posible exclusión de Grey. Nada de eso debería importarle a Los Pumas, que deberán cambiar el esquema ofensivo y buscar profundidad y ajustar el punto de contacto para doblegar a Escocia en el lugar donde ganaron el primer partido internacional de la historia del rugby (a Inglaterra, 2 a 1).
El sábado desde las 12:15, La Pluma del Ruck te invita a entrar en su canal de Youtube o ingresar a fmpremium.com «en vivo» y seguir el audio de las alternativas del match que 12:30 de Argentina disputarán en Murrayfield el equipo del Cardo vs Los Pumas.
Excelente nota y muy claro el análisis. El gran trabajo para Cheika es que Los Pumas mantengan el nivel o, mejor dicho, que lo aumenten de partido a partido.