En un tarde fresca en Burzaco, se cruzaron este sábado dos equipos necesitados de ganar. Por un lado, los de Barrio Obrero que a pesar de haberle ganado a uno de sus clásicos rivales (y vecinos) como San Luis, resultado que está a consideración de disciplina por una probable mala inclusión de un jugador y por el otro el local, que estuvo muy cerca de vencer a CUBA, su clásico rival en su último partido en La Fortaleza y que en su paso por Belgrano, jugó muy consistentemente los primeros 20 minutos, sostuvo los segundos veinte y después en el segundo tiempo un feroz equipo marrón se hizo demasiado fuerte en su casa.
Pero Pucará pegó y muy fuerte a los 20 segundos. En la misma salida se robó la pelota casi sobre la misma línea de 22 metros, y con la defensa extendida, aprovechó la primer pelota para hacérsela llegar al negrito Montero, que con esos brazos largos se sacó dos defensores de encima y marcó su try. Más allá de la defensa, la vieja marca azul y roja de ir para adelante con furia de las manos de sus backs señalaba la primer diferencia. El tempranero marcador puso la chapa 7 a 0 tras la conversión de Germán Klubus.
Pucará tomó su partido con la seriedad de siempre y con la voluntad firme de mostrar que los traspiés fueron parte de un ajuste de su juego. Y eso incluye llegar a zona de fuego y llevarse puntos. Pero a los 8′, los de La Plata se encontraron con una intercepción en pleno ataque rojo, casi pisando los 40 metros y con números por afuera y se fueron hasta abajo de los palos (7 a 7). Sin embargo y a pesar del empate transitorio, era Pucará el dueño de las acciones y las intenciones. A los 11′ un penal de Germán Klubus puso los números 10 a 7. El Rojo seguía el impulso y a los 14′ un try de Amado después de desprenderse de un maul y la posterior elevación a goal por parte de Klubus llevaba el marcador 17 a 7. A los 18′ y en su segundo ataque den primer tiempo, Tilos convirtió un penal que dejaba el marcador 17 a 10 y hasta parecía que había partido, pero en la cancha las acciones parecían decir otra cosa.
A los 20′ un nuevo penal se patea los palos, aprovechando la muy buena patada de Klubus y la máxima de marcar siempre que sea posible, porque Pucará no puede desperdiciar nada, y 20 a 10. El Rojo seguía intentando, buscando variantes, siempre con mucho trabajo, pero imponiéndose. Lejos quedaron aquéllos lines propios perdidos y hasta se hubo dos recuperos. El scrum estaba firme y a los 25′, line y maul, una vieja receta del rugby serio terminó con el try de Pucará en una bandera (25 a 10).
Pucará llevaba su partido como un verdadero test-match, con patadas punzantes de Lucas Gonzalez Amorosino y la utilización criteriosa de la pelota. Ya a los 30′ y a pesar de la diferencia, un nuevo penal de Klubus pone el marcador 28 a 10. El Rojo se imponía en el terreno y acorralaba a Los Tilos que entre las penalizaciones y un par de amarillas sufría no sólo el dominio colorado sino su propia impotencia, ya que había llegado hasta Burzaco con su mejor equipo, con figuras como Ignacio Mendy y Manuel Tuculet.
A los 37′ un nuevo try de Pucará cerró el marcador del primer tiempo 35 a 10 y, como se podía ver, a Los Tilos le iba a costar mucho levantar esa pesada piedra que le puso Pucará por delante.
En el segundo tiempo un nuevo penal a los 2′ pone a Pucará 38 a 10. Y una nueva dosis de line y maul genera un try en una esquina que Germán Klubus se encargó de elevar a goal y poner la chapa 45 a 10 a los 16′. Lo que siguió fue hasta difícil de comentar, porque por un lado la impotencia del visitante, sumado a los cambios en el local, hicieron que no hubiera puntos sino hasta el final de la etapa, cuando en tiempo de descuento un rastrón en pleno ataque verde lograron un try esquinado que supo convertir el apertura Santamarina para un marcador final de 45 a 17 en favor de Pucará.
Quizá en su mejor partido de este año 2022, con los cuidados que hay que tener cuando las cosas no terminaban de salir bien y entendiendo que hay algunos equipos que este año están muy fuertes, Pucará está tratando de conciliar su esquema de juego y la solución a algunos errores propios que le hicieron perder puntos valiosos en este torneo que la tiene de momento en el lote de cola, con un partido menos debido a la fecha de descanso que tuvo por el caprichoso número impar de los clubes que integran este Top13 del 2022 quizá el único en la historia con 13 equipos.
El próximo partido es frete al siempre duro Hindú en su reducto de Don Torcuato, donde habrá que volver a mostrar la solidez de este sábado frente a un rival que hace unos años cuesta ganar, sobre todo en su casa. Pero la luz está prendida, y si se vuelve a jugar sin cometer errores, aparece esa máxima de que en la cancha somos quince contra quince y hay que jugar.
Pucará (45 PB): 1. Tulio Sosa, 2. Tomás Montes, 3. Demian Fernández, 4. Mariano Rasseto, 5. Ignacio Coppola, 6. Felipe Amado, 7. Agustín Tedesco, 8. Gregorio Pascual, 9. Germán Klubus, 10. Lucas González Amorosino, 11. Manuel Montero, 12. Mariano Navarro, 13. Joaquín Paz, 14. Iñaki Delguy y 15. Tomás Jorge. Ingresaron: Chimenti, Birnie, Rey, Enrique, Juan Delguy, Alda y Fassari. Entrenadores Mauro Bai y Juan Manuel Algañaraz.
Los Tilos (17): 1. Elio Basualdo, 2. Iván Korenblit, 3. Lisandro Dipierri, 4. Eiseo Chiavassa, 5. Felipe Bares, 6. Manuel Krause, 7. Joaquín Coria, 8. Felipe Puertas, 9. Homero Picone, 10. Bautista Santamarina, 11. Nicolás Korenblit, 12. Bautista Azcárate, 13. Tomás Fernández, 14. Manuel Tuculet y 15. Ignacio Mendy. Entrenadores: Nicolás Martínez, Juan Misson y Maximiliano Krause.