Carlos «Billy» Villalba es Analista de Juego con un palmarés destacado (entre los equipos con los que colaboró como Coach se destacan el seleccionado de la URBA, Desarrollo de la URBA, Club Pucará, Club San Cirano, Don Bosco Rugby, Atlético Progreso y Lanús Rugby, brindando además charlas sobre aspectos del juego). Billy es Licenser Educator World Rugby #3232.
El seleccionado sudafricano plantea un tipo de defensa que tiene sus virtudes y sus desventajas. El soporte defensivo se sustenta en una presión alta e intensa en los primeros treinta metros desde la formación para cortar cualquier tipo de generación de juego. Como se puede ver en la fotografía/diagrama, esa posición defensiva también libera espacio (ver zona de recuadro) que podría ser utilizada por el ataque para superar al status defensivo.
Se supone que los propios Bokke tienen, dentro de su estructura defensiva, un sistema pendular que les permitiría equilibrar la defensa flotando con los auxiliares defensivos e intentar «empujar» al ataque hacia el lateral mientras recompone la defensa con el reposicionamiento de los jugadores.
Al mismo tiempo, el ataque podría contrarrestar esa presión con un ataque con salteos o falsos, para alejar la pelota lo más rápido posible del centro de la cancha y esos jugadores que no recibieron la pelota deberían reacomodarse a máxima velocidad para permitirle al ataque volumen. La mejor referencia es lo que hoy comúnmente se llama el ataque «optimista» que es ir directamente al supuesto punto de encuentro por delante de la pelota, consiguiendo con esto disminuir la cantidad de metros y con ellos tiempo para ser un apoyo de calidad. Claramente esta opción hace que en el caso de un error en el ataque, la alta presión defensiva de los Springboks podría recuperar la pelota y generar un ataque positivo con algunos jugadores atacantes «pasados» y con dificultades para recuperarse y defender.