
Jugar el seven de rugby ha cambiado a través de los años de una manera sin igual porque cambió la manera de jugar el juego de siete. La historia de remonta a los bordes entre Inglaterra y Escocia cuando un club, el Melrose, decidió que una buena manera de juntar unos pesos era tener un torneo que durara un día y en el que pudieran beber muchas cervezas y comer muchos «fish&chips». Hacía nacía el juego de 7 en 1883.
En la edición 2021 del seven de la URBA se coronó este domingo el nuevo campeón, el local Newman, que estaba muy afilado, claro, pero que pudo avanzar rampante hacia el título venciendo en la final al BACRC (BiEi) que dejó la piel en la semi contra Pucará y ya no le quedó resto para pelear arriba en la final del oro.
Pero estamos acá para hablar del azulgrana de la República Independente de Burzaco Este, que entregó su partido por dos puntos con un try postrero y con 10 segundos por jugar. Pero para ellar a ese último partido, hay que decir las cosas como son.
Primero, la batalla de Monte Grande, un clásico de todos los años (las otras sedes fueron CASA de Padua y Deportiva Francesa) donde se ganaron los tres partidos jugados; al local 48 a 0, a San Fernando 33 a 7 y a Liceo Naval 29 a 0. Sin dudas la jerarquía de los jugadores y el estilo de juego le permitieron al Rojo avasallar a sus adversarios. El rugby de siete ha evolucionado mucho y Pucará tiene en su ADN el juego de seven desde que comenzó a jugar rugby allá por 1944.
Nadie debe olvidar que el equipo de la calle Falucho, que ahora tiene número pero que no tenía, ha jugado 24 finales y ha ganado el torneo (mezclado el de la UAR y luego la URBA) 15 veces, más que cualquier otro equipo argentino o de Buenos Aires. Además dos veces ha logrado un «póquer» de copas, cuatro torneo consecutivos (1954 a 1957 y 2014 a 2017) y eso nos lleva a un número mágico que el 30% de su historia deportiva ha jugado una final de seven.

El domingo ya en Newman y bajo un calor sofocante primero dieron cuenta de San Andrés por 14 a 0 (Iñaki Delguy y Facundo Enrique) y luego, siempre en la cancha 2, a Hindú de Remedios de Escalada (hoy en Torcuato, que no digan que no porque nosotros sabemos dónde empezaron) 28 a 12 (Iñaki, Facundo Enrique, try penal, Ignacio Ramón).
Luego el partido de la semi de oro. Arrancó Pucará con la furia de siempre. Alejo Coppola en una esquina (5 a 0), Germán Klubus (12 a 0) y Francisco Jorge (19 a 0). Nos vamos al descanso con la libreta en la mano pero al empezar el segundo tiempo una amarilla por un supuesto knock intencional (en ocasión de tackle) y ya con seis, una demora en un reinicio por penal y una seguna amarilla nos dejaron con 5. Esos «detalles» le dieron vida a un BiEi que estaba herido de muerte y metió dos tries abajo de los palos (19 a 14). Amarilla para los de Boulogne (ahora, porque estaban en Torcuato) y 6 contra 6, Iñaki (hijo del viento) clava un try (24 a 14) pero un nuevo try de BA (ya siete contra siete) pone las cosas 24 a 21.
El juego de Pucará es intenso, vertical, difícil de sostener. Pero esto es seven y puede pasar cualquier cosa. Un penal a favor en defensa a falta de un minuto de juego y la pelota al touch, buscando gastar tiempo e ir a una formación que funcionó bien todo el fin de semana. Pero el diablo, que es rojo, metió la cola y justo perdemos ese line, se viene BiEi en nuestras barbas y marca un try cerca de los palos que le dio el triunfo (24 a 26) y a jugar la final de oro.
Los chicos se fueron muy enojados con ellos mismos pero habían jugado muy bien los dos días y el partido de la semi se perdió por esos detalles que podrían haberse resuelto o no, pero que es parte del juego. Lo que puso Pucará en la cancha estuvo alineado con su orgullosa historia y hemos visto jugadores jóvenes que dieron la talla sin dudarlo.
Quedará para el próximo año volver a mostrar la templanza y el espíritu de los campeones de siempre, ese espíritu que duerme cada noche en algún lado en Burzaco, seguramente sobre la calle Falucho.
Marcelo Mariosa
Pucará siempre enseñó en el Seven , Jugar SIN patear. Del Mestre se equivocó en dejar patear el último penal a favor. La disputa en el line siempre es a 50 y 50% . Siempre es mejor mantener la posesión de la pelota antes de arriesgar, así salió el resultado ; lejos que fueron los mejores del torneo, un error tiene cualquiera , pero un Puma Seven ?
Desde ya felicitaciones a los jugadores, son unos eximios jugadores de seven. Yo solo enseño seven y me parece el mejor juego el de Pucará .
Martincito … Del Mestre no jugó este año.