El puntero del campeonato visitaba Burzaco para continuar su racha y confirmar su liderazgo antes de su fecha libre, pero el Rojo (esta vez de blanco) batalló con mucho amor propio y cerca del final pudo haberse quedado con todo. Una partida de ajedrez táctico donde chocaron diferentes estilos, y donde Newman, con un equipo más consolidado y un esquema que rinde frutos en cada fecha, se fue apagando debido a que no pudo resolver con su ataque demoledor la defensa que propuso Pucará.
Pucará pelea cada punto para alejarse del fondo de la tabla y sumar es más que un compromiso. Newman tiene un presente valioso, jugadores que se adaptan perfectamente a un esquema de juego y plantea problemas serios a sus adversarios. En la previa, el equipo de Burzaco la iba a tener muy complicada y los del Bordó quizá podrían repetir la hazaña de la primera rueda, donde de Benavídez destrozaron al cóndor burzaqueño.
Del lado escarlata, el planteo aparecía claro, y era no dejar «venir» a su oponente, que tiene destrezas sabidas a la hora de atacar y una defensa que siempre sobra en número. Para el ataque, siempre Pucará intenta usar sus veloces puntas y de alguna manera se hace previsible. Pero el equipo local se está poniendo en forma con el campeonato muy avanzado y trabajó duramente para lograr que el puntero vaya bajando sus armas hasta firmar el empate. Y eso fue claro y determinante. Porque desarmar al puntero y con claras veleidades de ser campeón fue una tarea prolija y de 80 minutos.
La historia del Cardenal lo condena a habilidades con la pelota en movimiento y un pack liviano, pero eso ha cambiado hace algunos años y aquéllas destrezas han sumado a un conjunto de delanteros que le ponen peso y experiencia, pero además y contra la historia escrita, su scrum en poderoso. En Burzaco es sabido que sus tres cuartos pueden ser muy peligrosos, aún con la ausencia de Joaquín Paz, y a pesar de altibajos en su juego y dudas en la forma de implementar su estrategia, el equipo es estable. Y parte de esas subidas y bajadas, su scrum tiene partidos y partidos. Y cntra Newman, el scrum decididamente retrocedió consistentemente, y en esa tarea sobresalió el octavo local, Leonardo Segovia, que resolvió esos problemas del retroceso sacando o cuidando las pelotas previas. Con un scrum positivo, el rendimiento de todo el pack con la potencia de Segovia en el tapón de la melée, la música sonaría mejor en Burzaco.
A los 5′, luego de un scrum en 5 metros rojos, el medioscrum Marguery levantó la pelota ante una confusión en el retroceso de Pucará y consiguió apoyar, mientras Gutiérrez Taboada elevaba a gol (0-7). A los 25′, un penal casi frente a los palos pateado por Gutiérrez Taboada pone a Newman arriba por 10 puntos (0-10). En todo ese tiempo, si bien hubo una leve supremacía bordó, no consiguieron aumentar el marcador, mientras el viento cruzado apoyaba a Pucará pero el equipo Rojo no pudo utilizar esa leve ventaja.
En cada ataque, el despliegue lateral del bordó mostraba las concretas posibilidades de marcar, pero la defensa flotada unida a la velocidad de los wines de Pucará en la reposición evitaba que Newman pudiera seguir sumando. Las patadas tácticas de Lucas González Amorosino se encontraron casi siempre con las manos de un talentoso Juan Daireaux, que, unido a una técnica de contraataque muy trabajada (bajaban los apoyos de manera muy rápida para ubicar no tres sino 5 o 6 apoyos para contraatacar) mostraban los dientes del visitante. Del otro lado la defensa, el sacrificio y la presión alta provocaban que Newman no pudiera tomar velocidad y que de alguna manera no pudiera aprovechar otra de sus fortalezas, el «destructor» maul, que fue magníficamente defendido por Pucará.
El local necesitaba marcar algún punto para mantenerse en partido, porque cuando Newman crece se pone difícil, y esos puntos llegaron de una combinaciónn de jugadas rápidas y bellas, que nacieron de un line jugado rápido por la boca, Gregorio Pascual avanzó unos metros, se dispuso una jugada rápida, ataque hacia el otro lado, una puntada con los forwards de la mano de Segovia, nuevamente una apertura rápida y Manuel Montero, el wing izquierdo, apareció como una sombra por el medio de la cancha generando un hueco y luego, ya quebrada la defensa, un cambio de paso lo depositó debajo de los palos. La conversión de Germán Klubus puso el tablero a 3 puntos debajo (7-10).
Pucará no podía quebrar la defensa del visitante simplemente por la cantidad de jugadores que ocupaban el espacio defensivo del bordó, y ese fue uno de los problemas que el local no pudo resolver. Algunos ataques profundos, sobre todo de Iñaki Delguy hubiesen sido más rendidores buscando el fondo de la cancha con el pie, pero es justo pensar que el joven wing derecho entienda que su velocidad es suficiente para pasar la defensa, pero cuando uno repite siempre la misma receta, la comida le sale exactamente igual, y en el rugby de alto nivel, hay que hacer cosas que el adversario no espera.
El segundo tiempo auguraba a un Newman más agresivo, mientras el viento lateral favorable podía ayudar a Gutiérrez Taboada, pero nada de eso ocurrió. Siguió la partida de ajedrez, donde cada uno insistía con sus armas, pero ninguno se imponía. Con el correr de los minutos, por un lado Pucará no aflojaba su formato y no decaía ni su físico ni su mente. Del otro lado Newman sentía que esta vez no iba a poder y se invirtieron los roles.
A los 3′ Klubus acierta un penal para poner la tabla clavada en 10 (10-10). A los 20′ y en otra de las arremetidas de Pucará, un nuevo penal pone al Rojo de Burzaco arriba (13-10). Pucará siguió atacando y aunque Newman mostraba las garras del león, el partido estaba parejo. Pero apenas tres minutos más tarde un jugador quedó trabajo en un ruck y un penal desde casi 40 metros de Gutiérrez Taboada volvió a marcar la paridad (13-13).
Sobre el final se encontró con un Pucará envalentonado que buscó por dónde pudo, incluyendo una patada alta dentro de los 22 metros que falló al tomar Daireaux y que pareció una infracción de knock on que el juez no cobró, y luego de un line out que tomó Pucará con dificultad, un knock on determinó que el partido había acabado. El esfuerzo físico se sintió del lado Rojo, lo que pareciera indicar que la parte mental estuvo tan fuerte como llevar el físico hasta el límite.
Para Newman, una tarde de muchas dificultades para imponerse y mantenerse en la punta del campeonato (sigue al frente, ahora por un punto, pero tiene fecha libre el próximo sábado). Para Pucará, el alivio de sumar pero fundamentalmente de mostrar sus garras frente a un rival de fuste, mostrarse a sí mismo que se puede jugar al mejor nivel y preparar el clásico con CUBA de la semana que viene.
Pucará: 1. Tulio Sosa (c), 2. Guido Romandetto, 3. Tomás Kelly, 4. Tomás Alda, 5. Ignacio Coppola, 6. Gregorio Pascual, 7. Agustín Tedesco, 8. Leonardo Segovia, 9. Germán Klubus, 10. Lucas González Amorosino, 11. Manuel Montero, 12. Mariano Navarro, 13. Tomás Pérez, 14. Iñaki Delguy y 15. Tomás Jorge.
Buena Nota Marcelo
Esperemos que sigamos con esa actitud y mejoremos en el juego. Se viene el clásico y hay que ganarlo.