Muchos de los que me leen llevan, como yo, casi tantos años de rugby como de vida y saben, o entienden muchas cosas que son difíciles de transmitir. Entender que pasa por la cabeza de cada jugador en cada instante del juego es de una complejidad supina, y entrenar la fortaleza mental, física, estratégica y táctica tiene sus dificultades: Pero por sobre todo, vos, como coach, tenés que jugar un plan de juego que tus jugadores puedan llevar adelante. En 2024 Los Pumas han dado un paso al frente. Claro que los “pasos” podrían ser apenas imperceptibles, y lleva años poder avanzar, pero a ojos vista, el equipo nacional de rugby de 15 jugadores se ha fortalecido, ha mejorado, y aún puede seguir haciéndolo.
Esta ventana de noviembre nos dio una pauta de algunas cosas, entendiendo también del tiempo disponible de trabajo, los jugadores elegidos, y la comparación contra otros seleccionados como los europeos, que están en pleno armado de sus formaciones de cara al 6 Naciones versus los seleccionados del sur, poniéndole un capítulo aparte a la reconstrucción de un ex gigante como Australia, que tiene un duro camino por recorrer. Pero los Aussies tienen una historia aparte, que desarrollaremos en otro momento.
Demasiada gente que sabe, o que no sabe tanto, o que sabe poco, o que no tiene todas las herramientas, alaba o critica qué jugadores deberían jugar con la “nazionale” argentina, y eso no es correcto. Uno puede decir muchas cosas que deberían mejorarse, porque se puede ver, y asumo que el staff de Los Pumas también lo ve, pero lleva tiempo ajustar, encontrar los mejores jugadores y ensamblar todo. Sin dudas Argentina debe mejorar su scrum. Se puede escuchar a Matera diciéndole a Gallo en el segundo tiempo, que baje más, ajustando la posición frente a un adversario de mayor porte. En el primer tiempo, el scrum fue una fuente de obtención de penales para el equipo adversario, que se supo equiparar en el segundo tiempo. Esa posición de un pilar más pequeño, hace que toda tu primera línea tenga una inclinación, más bajo en la posición del 1 y más arriba en la del 3, y eso podría quitar fuerza en general y presión en particular, pero… si se puede corregir, y se pudo ver luego, ¿cómo me voy a perder el despliegue del Moneda con todo lo que eso significa? De todos modos, el scrum es algo que hay que seguir trabajando, porque es por dónde se empiezan a perder los partidos, entregando faltas y permitiendo que el adversario se meta en tu campo con, por ejemplo, un line a favor, o sumando puntos pateando a los postes.
El eje de conducción ha encontrado un status pleno con García y Albornoz, y ambos necesitan minutos y trabajo para poder dar más de lo que tienen. El Gonchi lo ha molestado a Toto Dupont más que otros 9 y le ha quitado la pelota dos veces de las manos. Pero yo creo que hay más. Ambos han confirmado su titularidad pero deberán seguir creciendo para estar a la altura de los mejores en su puesto. Y eso es bueno, porque estoy seguro que podrían hacerlo.
El equipo ha hecho un gran trabajo contra Irlanda, se perdió por milésimas, pero contra Francia hubo algunos desajustes del lado de los jugadores, y algunas dudas arbitrales que no se ajustan a las nuevas reglas. Si la amarilla a Montoya hubiese sido real (asumamos que soy yo el equivocado y que el TMO vio una acción desleal que, sumada a la lesión del francés, provocó la amarilla del capitán), la interpretación del try penal y amarilla a González no tiene explicación alguna. Lo que dijo el árbitro Luke Pearce, un árbitro muy correcto en la liga inglesa pero un poco desafortunado en la ventana de otoño) fue que “como la posición de la mano fue hacia adelante, interpreto que esa fue su intención…” aunque la pelota haya ido hacia atrás. He revisado el partido dos veces más, viendo el tiempo de más que tuvieron los franceses para cuidar una pelota de una pesca de los argentinos. Sin saber cuál podría o debería haber sido el resultado final y asumiendo esa regla de que “el árbitro siempre tiene razón” (que data de siglos atrás cuando no había varias cámaras en los estadios y que debe seguir rigiendo para los campeonatos amateurs), suena que algunas veces los errores de los que soplan el silbato condicionan muchas cosas. Como dijo hace unos días el entrenador nacional de rugby de siete, Santi Gómez Cora, “ahora voy entendiendo algunas cosas” y yo le agrego, que tienen que ver con el negocio, la difusión y los mercados, y no con el juego, que en ocasiones se desvirtúa, porque ganar o perder son dos de los resultados más probables de los tres posibles y es contingencia del juego, pero ojo, que no sea que la necesidad de que algunos mercados no decaigan, haga que las viejas reglas no escritas de la honorabilidad y los valores del juego sean pisoteados.
Los Pumas cierran un año de mucho trabajo y crecimiento. Desde mi lado como escritor y comentarista, entiendo que aún se puede seguir creciendo desde diferentes lugares y digo que no me gusta el esquema defensivo del seleccionado que flota hacia afuera, permitiendo que los mejores equipos elaboren con paciencia una estrategia de “ir metiéndose” en tus propios metros y hacerte retroceder. Quizá los puntos más fuertes han sido, por un lado, la plataforma del line, gran parte del esquema ofensivo (y aquello que tanto ha costado que es aprender a atacar con la pelota en la mano), la paciencia en el movimiento de la pelota en los últimos metros del adversario y la defensa que, aún con altibajos, los jugadores esgrimen en cualquier lugar de la cancha. Lo otro que hemos aprendido y mucho es jugar los 80 y tantos minutos que se juegue, porque eso es parte de la cabeza y la integridad del equipo, siendo que por un largo tiempo podíamos ofrecer sólo 60 minutos de paridad.
Hay que seguir trabajando, hay que defender la posición en el ranking, ojalá los medios (o el medio scrum y el primer 5/8, como dicen en Nueva Zelandia) jueguen pronto en equipo de mejor competencia, se pueda mejor la postura en el scrum de todos los que lo participan y vuelva a ser una formación sólida, ya no digo “bandera” y sigamos avanzando en el formato de juego.
Y que el 2025 nos encuentre de vuelta disfrutando el nuevo juego de Los Pumas.
Marcelo Mariosa
Impecable Marcelo, coincidencia plena.
Impecable como siempre Negro. Coincido con la lectura de la performance del árbitro que dejó que desear. Los Pumas a se mejorando